Terapias Sexuales con Silvia Fonseca. Psicóloga y Sexóloga en Madrid

Terapia Cognitivo Conductual. ¡Transforma tu Vida Sexual!

En los tratamientos de sexualidad, está demostrado que la terapia cognitivo conductual es la más eficaz. Esta poderosa terapia te brinda las herramientas necesarias para incrementar las sensaciones placenteras y dejar atrás los pensamientos exigentes que pueden estar obstaculizando tu disfrute pleno en tus relaciones sexuales.

Terapias Sexuales Personalizadas para tus Desafíos Sexuales

Los tratamientos de eyaculación precoz, disfunción eréctil, anorgasmia, falta de deseo, diversidad sexual y afirmativa, vaginismo, dispareunia son problemas que, con la orientación adecuada, pueden ser resueltos, y te ayudarán a sentirte mejor contigo mismo y en tus relaciones íntimas.

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En terapia de pareja puedes resolver los problemas actuales, aprender estrategias y conseguir herramientas necesarias para el futuro. En ocasiones la terapia nos puede ayudar a tomar decisiones de continuar con nuestra relación o bien nos ayuda a separarnos. Te puedo ayudar si me cuentas tu caso y te ofreceré la mejor solución.

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La disfunción eréctil, también conocida como impotencia sexual, es un trastorno sexual masculino caracterizado por la incapacidad recurrente o persistente de lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para llevar a cabo una relación sexual satisfactoria. Esta condición puede afectar la calidad de vida de un hombre y su pareja, así como su autoestima y bienestar emocional.

Las causas de la disfunción eréctil pueden ser diversas y pueden incluir factores físicos, psicológicos o una combinación de ambos. Algunas de las causas físicas comunes incluyen problemas vasculares (como arterias bloqueadas o dañadas), trastornos neurológicos, desequilibrios hormonales, efectos secundarios de ciertos medicamentos y condiciones médicas como la diabetes o la hipertensión.

Los factores psicológicos que contribuyen a la disfunción eréctil pueden incluir el estrés, la ansiedad, la depresión, la baja autoestima, la preocupación por el rendimiento sexual o experiencias traumáticas pasadas. En muchos casos, la disfunción eréctil puede ser el resultado de una combinación de factores físicos y psicológicos.

Es importante destacar que la disfunción eréctil es una afección común y tratable. Hay una variedad de opciones de tratamiento disponibles, que van desde cambios en el estilo de vida y terapias psicológicas hasta medicamentos recetados, dispositivos de vacío y, en casos más graves, cirugía. Si un hombre experimenta problemas persistentes de erección, se recomienda que hable con un profesional de la salud, como un urólogo o un terapeuta sexual, para evaluar las causas subyacentes y determinar el tratamiento más adecuado para su situación particular.

La eyaculación precoz es un trastorno sexual masculino caracterizado por la incapacidad de controlar voluntariamente el momento de la eyaculación durante el sexo, de manera que esta ocurre de manera persistente y antes de lo deseado, generalmente poco después del inicio de la actividad sexual o incluso antes de la penetración. Este problema puede causar angustia, frustración y dificultades en las relaciones sexuales y personales.

La eyaculación precoz se clasifica en dos categorías principales:

  1. Eyaculación precoz primaria: Se refiere a la condición en la que un hombre ha experimentado la eyaculación precoz desde el inicio de su vida sexual activa. Suele ser causada por factores biológicos, psicológicos o genéticos.
  2. Eyaculación precoz secundaria: En este caso, un hombre que solía tener un control eyaculatorio adecuado desarrolla posteriormente problemas de eyaculación precoz. Esto puede deberse a factores como el estrés, la ansiedad, problemas en la relación o condiciones médicas subyacentes.

Las causas de la eyaculación precoz pueden variar y pueden incluir factores psicológicos como la ansiedad, la preocupación por el rendimiento sexual o la depresión, así como factores biológicos como la sensibilidad excesiva en el pene o desequilibrios químicos en el cerebro.

El tratamiento de la eyaculación precoz puede incluir terapia sexual, terapia psicológica, técnicas de control eyaculatorio, medicamentos recetados (como antidepresivos en dosis bajas) y terapia de pareja. El tratamiento adecuado depende de la causa subyacente y de la gravedad del trastorno. Es importante que los hombres que experimenten eyaculación precoz hablen con un profesional de la salud o un terapeuta sexual, ya que existen estrategias efectivas para abordar este problema y mejorar la calidad de las relaciones sexuales y la satisfacción personal.

La falta de deseo sexual, también conocida como deseo sexual hipoactivo o trastorno del deseo sexual hipoactivo, es un término utilizado en el campo de la sexología y la psicología para describir una disminución significativa o ausencia persistente de interés o deseo sexual en una persona. Esta condición se caracteriza por una falta de motivación o interés en participar en actividades sexuales, y puede afectar tanto a hombres como a mujeres.

La falta de deseo puede manifestarse de diferentes maneras, desde una disminución general en el interés por el sexo hasta la completa aversión o desinterés hacia cualquier actividad sexual. Es importante destacar que la falta de deseo sexual puede ser una experiencia subjetiva y variar de una persona a otra. Lo que es considerado «normal» en términos de deseo sexual puede variar ampliamente según la cultura, la edad, la relación y otros factores individuales.

Las causas de la falta de deseo sexual pueden ser multifactoriales e incluir factores psicológicos, emocionales, físicos y sociales. Algunas de las causas comunes pueden incluir:

  1. Causas psicológicas: Estrés, ansiedad, depresión, traumas pasados, problemas de autoimagen, preocupaciones relacionadas con la intimidad o el rendimiento sexual.
  2. Causas emocionales: Conflictos en la relación, falta de conexión emocional con la pareja, resentimiento, comunicación deficiente o falta de satisfacción en la relación.
  3. Causas físicas: Cambios hormonales (como la menopausia en las mujeres o la disminución de la testosterona en los hombres), enfermedades médicas, efectos secundarios de medicamentos, fatiga crónica u otras condiciones de salud.
  4. Causas sociales: Estrés laboral, presiones sociales, falta de tiempo para la intimidad o falta de educación sexual.

El tratamiento de la falta de deseo sexual depende de la causa subyacente. Puede incluir terapia sexual, terapia de pareja, terapia cognitivo-conductual, cambios en el estilo de vida, gestión del estrés, ajustes en la medicación o, en algunos casos, terapia hormonal. La elección del tratamiento adecuado debe ser evaluada por un profesional de la salud o un terapeuta sexual, ya que puede variar según las circunstancias individuales de cada persona. La comunicación abierta con la pareja también puede ser fundamental en el proceso de recuperación del deseo sexual.

La diversidad sexual y afirmativa se refiere a la aceptación y respeto de la amplia variedad de orientaciones sexuales, identidades de género y expresiones de género que existen en la sociedad. Este enfoque promueve la idea de que todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, tienen el derecho de vivir sus vidas de manera auténtica y sin discriminación.

A continuación, se explican algunos conceptos clave relacionados con la diversidad sexual y afirmativa:

  1. Orientación Sexual: Se refiere a la atracción emocional, romántica y/o sexual que una persona siente hacia personas del mismo género (homosexual), del género opuesto (heterosexual) o de más de un género (bisexual u otras orientaciones diversas).
  2. Identidad de Género: Es la profunda sensación interna de ser hombre, mujer, ambos, ninguno o algo diferente. Las personas pueden tener una identidad de género que coincide con el sexo asignado al nacer (cisgénero) o una identidad de género que difiere de ese sexo asignado (transgénero).
  3. Expresión de Género: Se refiere a cómo una persona presenta su género a través de su apariencia, comportamiento, vestimenta y otras características. La expresión de género puede ser diversa y no necesariamente corresponder a la identidad de género de una persona.

La diversidad sexual y afirmativa aboga por la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, combatiendo la discriminación y la violencia, promoviendo la educación y la conciencia, y creando espacios seguros para la comunidad LGBTQ+.

Además, busca desafiar estereotipos, fomentar la empatía y la comprensión, y promover la inclusión y visibilidad de las personas LGBTQ+ en todos los aspectos de la sociedad, incluyendo atención médica, educación y empleo, siendo esencial para la construcción de sociedades equitativas y justas.

El vaginismo es un trastorno sexual femenino caracterizado por la contracción involuntaria y espasmódica de los músculos del suelo pélvico que rodean la vagina, lo que dificulta o imposibilita la penetración vaginal, ya sea durante las relaciones sexuales o en otros procedimientos médicos, como exámenes ginecológicos. Estos espasmos musculares pueden ser tan intensos que causan dolor significativo y pueden hacer que la penetración sea imposible.

El vaginismo se considera un trastorno sexual funcional y puede tener causas tanto físicas como psicológicas. Algunos factores que pueden contribuir al vaginismo incluyen:

  1. Causas psicológicas: El estrés, la ansiedad, el miedo al dolor durante el sexo, traumas sexuales pasados o expectativas negativas sobre el coito pueden desencadenar vaginismo. A menudo, estas causas están relacionadas con la ansiedad anticipatoria de experimentar dolor o malestar durante la penetración vaginal.
  2. Causas físicas: Aunque menos comunes, algunas afecciones médicas, como infecciones del tracto urinario, endometriosis o irritación local, pueden contribuir al vaginismo.
  3. Causas sociales o culturales: Las creencias culturales o religiosas sobre la sexualidad y la falta de educación sexual adecuada pueden influir en la aparición del vaginismo.

El vaginismo puede ser una experiencia altamente angustiante para las personas afectadas y sus parejas, ya que puede interferir significativamente en la intimidad y en la satisfacción sexual. Sin embargo, es tratable, y muchas personas pueden superar el vaginismo con el apoyo adecuado.

El tratamiento del vaginismo suele implicar una combinación de enfoques psicoterapéuticos, fisioterapia y, en algunos casos, el uso de dilatadores vaginales para ayudar a relajar y estirar gradualmente los músculos del suelo pélvico. La terapia sexual y la terapia cognitivo-conductual a menudo son útiles para abordar las causas psicológicas del vaginismo y aprender técnicas de relajación y control muscular. La comunicación abierta con la pareja y el apoyo emocional también son componentes importantes del tratamiento. Es importante buscar ayuda de un profesional de la salud o un terapeuta sexual si experimentas síntomas de vaginismo para recibir una evaluación y orientación adecuadas.

La dispareunia es un término médico que se utiliza para describir el dolor persistente o recurrente que una persona experimenta durante o después de las relaciones sexuales. Este dolor puede variar en intensidad y puede estar localizado en la zona genital, como en la vagina, el perineo (la zona entre la vagina y el ano), el pene o el área rectal. La dispareunia puede afectar tanto a hombres como a mujeres, aunque es más común en las mujeres.

Existen varias causas posibles de la dispareunia, y estas pueden dividirse en dos categorías principales:

  1. Causas físicas: Estas incluyen condiciones médicas o anatómicas que pueden causar dolor durante el sexo. Algunos ejemplos de causas físicas de la dispareunia en mujeres pueden ser la sequedad vaginal, infecciones genitales, endometriosis, fibromas uterinos, cicatrices quirúrgicas, vaginismo y condiciones dermatológicas. En hombres, las causas pueden incluir infecciones, fimosis (estrechamiento del prepucio) y condiciones dermatológicas.
  2. Causas psicológicas: El estrés, la ansiedad, la depresión, el trauma sexual previo o problemas en la relación pueden contribuir a la dispareunia. Estos factores psicológicos pueden causar tensión muscular en la zona pélvica, lo que a su vez puede llevar al dolor durante las relaciones sexuales.

El tratamiento de la dispareunia depende de la causa subyacente. Si el dolor es el resultado de una afección médica, se abordará tratando esa afección específica. Por ejemplo, si se trata de sequedad vaginal, se pueden recetar lubricantes o terapia hormonal. Si el dolor es de origen psicológico, se puede recomendar terapia sexual o terapia cognitivo-conductual para ayudar a manejar la ansiedad, el estrés u otros factores emocionales.

Es importante que cualquier persona que experimente dolor durante las relaciones sexuales busque atención médica o terapia sexual para identificar la causa y recibir el tratamiento adecuado. La comunicación abierta con la pareja también es esencial para abordar la dispareunia y encontrar soluciones juntos.